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La estabilidad de nuestra mente: “Raíz de nuestra Felicidad”

Beatriz

No puedes depender
de nada ni de nadie
para ser feliz
Ningún objeto ni
ninguna relación
te darán la paz
que tú no hayas creado
en tu interior

De vital importancia

Es de vital importancia descubrir el efecto de las prácticas meditativas en la gestión de las emociones difíciles, dado que su esencia está arraigada en aspectos universales de la mente y del corazón humano y sus beneficios no se limitan a las personas interesadas en el budismo, otras religiones o incluso a personas sin creencia religiosa alguna. Esta visión universal de los beneficios potenciales de la practica meditativa, no solo es importante, sino también urgente, dada la incidencia de la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático y los elevados niveles de estrés, agitación y violencia característicos de nuestro tiempo…

Buscando el equilibrio perdido

Por muy buenas que sean las condiciones físicas y sociales en que nos encontremos, no siempre nos sentimos felices, por no decir nada en el instante en que esas condiciones cambian y se ven desafiadas.

Eso es precisamente “Dukkha”, “la insatisfacción”, la capacidad de la mente de perder el equilibrio y angustiarse emocionalmente.

Una manera simple y lógica de obtener autentica paz mental y equilibrio para llevar una vida útil y feliz, es, desarrollando dos facultades innatas que posee nuestra mente, la capacidad de permanecer apaciblemente y su capacidad intuitiva, para comprender las cosas tal cual son…

Calmando la mente. “Shamata”

Las estabilizaciones meditativas no son estados de auto hipnosis o de coma, ni una forma de escapismo o de vida ociosa sino la mejor manera de fortalecer nuestra mente,
son estados de pureza mental en el que, a través de la paz del silencio y, la sabiduría intuitiva que surgen en la mente, se mitigan y se calman las pasiones perturbadoras y los impulsos ciegos y descontrolados, de tal manera que la mente se unifica y se recoge en un estado de clara conciencia y atención, donde podemos aprender a superar las debilidades y las limitaciones en nuestra experiencia diaria y, así, poner fin a la aceleración de nuestra vida, cargada de ruido, estrés y tensión, que llevan nuestro cuerpo y nuestra mente hasta el agotamiento y, darles de esta forma la oportunidad de armonizarse, sanar y recuperar el equilibrio perdido.

El despertar intuitivo. “Vipassana”

La meditación Vipassana significa entrar de lleno a la realidad, no nos aísla del sufrimiento de la vida, lo que si nos permite, es ahondar en todos los aspectos de la vida, penetrar la barrera del dolor e ir mas allá del sufrimiento, es una practica hecha con la intención especifica de afrontar la realidad, experimentar la vida tal como es y responder adecuadamente a cualquier situación a la que nos tengamos que enfrentar, nos permite dejar a un lado las ilusiones y las pequeñas mentiras piadosas que nos decimos a nosotros mismos todo el tiempo. ¡Lo que está ahí, está! Nosotros somos lo que somos y el mentirnos acerca de nuestras debilidades y motivaciones solamente nos ata más a la rueda de la falsa percepción. Vipassana no es un intento para olvidarnos de nosotros mismos y esconder nuestros problemas, es aprender a vernos exactamente como somos, a ver lo que hay y aceptarlo sin restricciones.

Con la practica de la meditación Vipassana podremos percibir que, en la vida diaria, al menos de vez en cuando, nos podemos observar, dándonos la oportunidad de actuar más  conscientemente, en vez de reaccionar involuntariamente de forma compulsiva y mecánica, entonces y, debido a nuestra practica, poco a poco, aumentarán los momentos de observación consciente, y, los momentos de “reacción ciega y mecánica” se van haciendo más infrecuentes, incluso si reaccionamos de forma negativa, disminuye la duración y la intensidad de dicha reacción, con lo cual evitamos mucho sufrimiento inútil para nosotros y para los demás, ahora y en el futuro.

La meditación es una actividad viva, es decir, eminentemente empírica y experimental,
no puede ser enseñada como algo puramente teórico, el corazón del proceso meditativo debe provenir de la experiencia directa. A través de la meditación, pondremos en práctica una observación atenta, continua y consciente, sobre la totalidad del universo perceptivo y aprenderemos a observar los cambios que ocurren en todas las experiencias físicas, emocionales y perceptivas, aprenderemos también a observar y comprender nuestras propias actividades mentales y sus fluctuaciones, los cambios inherentes al carácter mismo de la conciencia que ocurren invariablemente en cada momento de nuestra existencia.
Esta es la vía que enseña la meditación “Vipassana”, la vía del autoconocimiento mediante la contemplación y la introspección como un medio para enfrentarse al mundo y comprenderlo, para comprendernos a nosotros mismos y a los demás.

“Es un viaje digno de ser emprendido”

El poder del silencio

El ruido, el estrés y la tensión han hecho mucho daño por vía de enfermedades –enfermedades del corazón, cáncer, úlceras, tensión nerviosa e insomnio-. Muchas de nuestras enfermedades están causadas por la ansiedad, la tensión nerviosa, las múltiples preocupaciones y la falta de descanso emocional, todo ello producto de la vida moderna.
Nuestro agotamiento nervioso aumenta con la aceleración de nuestra vida; la gente vuelve a menudo del trabajo con los nervios de punta y como consecuencia se debilita la atención y la concentración, disminuyendo nuestra eficacia mental y psíquica; nos irritamos fácilmente, encontramos faltas con facilidad y nos enzarzamos en discusiones banales y sin sentido. Todos estos síntomas de agotamiento nervioso muestran claramente que el cuerpo y la mente necesitan descanso, descanso autentico y profundo. Proteger nuestra mente del ajetreo de la vida es, un requisito para nuestra higiene mental, nuestra felicidad y la de los demás. El silencio nos beneficia y nos protege, la gente está tan acostumbrada al ruido y a la charla que se sienten solos y desplazados si no hablan, pero si nos ejercitamos en el arte de cultivar el silencio, aprenderemos a disfrutarlo y será nuestro aliado entre el ruido y la prisa.

Hemos de poder encontrar el tiempo para apartarnos de la rutina y pasar unos días en tranquila contemplación, esto no es “escapismo” ni vivir ociosamente, sino la mejor manera de fortalecer nuestra mente a través de una introspección beneficiosa. Debemos, de vez en cuando, evadirnos del movimiento y permanecer quietos y tranquilos. Es una forma pacífica de existencia. En el aislamiento, experimentamos el valor y los inmensos beneficios de la contemplación del silencio, nos quedamos completamente solos para vernos tal y como realmente somos y, solo entonces podremos aprender a superar las debilidades y limitaciones en la experiencia ordinaria.

Ven. Lobsang Zopa

Próximos retiros en La Hospedería del Silencio

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