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Proyecto Q. Espiritualidad, ética y economía. Volver a casa

Beatriz

“Sostenibilidad es el retorno consciente a los ritmos e inteligencia de la Naturaleza, de la cual somos parte. Dicho retorno es la tendencia evolutiva del ser humano al equilibrio individual, social y planetario.” Proyecto Q

Con este lema me encontré navegando en una web atípica que hablaba de un centro de experimentación humano en las montañas de Teruel, en Valdepuertas que buscaban  personas:

-con clara decisión de vivir en el campo, en contacto directo con la naturaleza y los elementos.

-con un trabajo interno serio, conscientes de su ego y de su personaje, tanto de lo luminoso
como de lo oscuro, lo agradable y desagradable, en aras de una comunicación y convivencia sana.

-amantes de la vida simple, la austeridad y el ascetismo en un sentido contemporáneo.

-con capacidad polivalente para trabajar en las diferentes tareas de subsistencia:
doméstica (orden, higiene, cocina, administración, etc.), huerto, mantenimientos, leña, etc.

-con espíritu comunitario y cooperativo, valorando así mismo la necesidad y respeto a la individualidad.

– con solvencia económica o un mínimo ahorro hecho.

Algo sonrío en el alma, en lo profundo, pues esa búsqueda de personas con las que compartir camino había sido mi hoja de ruta durante veintiocho años, en distintos proyectos comunitarios en el campo. Imaginé internamente como hubiera respondido presta a su llamada si la hubiese encontrado hace varios años como una vuelta a Ítaca que encontré en mi propio proyecto de retiro en Sierra de Gata, en busca de la espiritualidad, la naturaleza y la convivencia.

Presta les escribí lo que a continuación sigue, después de un intercambio de correos elaboré una entrevista que os comparto para dar a conocer tan interesante y vanguardista proyecto de vuelta a los orígenes de lo que somos. “Ven vuelve a la raíz de las raíces que es tu propia alma” que decía el bendito poeta de Korasan Rûmî.

Es esta una nueva entrada que no es más que una crónica del vivir cotidiano que indaga en la propia naturaleza de las cosas y de los procesos humanos en los que estamos insertos.

Querida Neus

Al conocer vuestro proyecto me he llevado una gran alegría, pues después de 28 años viviendo en el campo, en montañas, en proyectos comunitarios agroecológicos en busca de lo que somos, he recalado dos años en Madrid, como una bajada a la Plaza del Mercado, en busca de recursos, y como ejercitación en el bello arte de la donación, y estoy planteándome volver al medio en el que mi alma se esponja, la naturaleza silvestre.

Tengo un proyecto en Sierra de Gata, un claustro en la naturaleza para un ora et labora y estoy buscando compañeros de camino que quieran refundar conmigo esta sencilla regla de contemplar y laborar la tierra.

Estoy en el proceso de contar el proyecto y elaborar una regla flexible y amorosa a la par que rigurosa, pues después de 26 años de convivencia con cientos de personas sé que el arte de convivir es una ciencia precisa de autoconocimiento. Y en ese proceso he decido iniciar una serie de entrevistas escritas para el blog que dirijo para Ecocentro de proyectos afines, para descubrir las claves que hacen posible la creación de aldeas, como los antiguos monacatos cristianos, donde monjes y laicos, con sus familias, entretejían un vestido social de amor y buena voluntad, sacrificio y esfuerzo.

Si me decís que sí, prepararía una entrevista. Y, si Dios quiere algún día quizá se cruzan nuestros caminos.
Un abrazo amable

Hola Beatriz
No es sólo ora y labora, sino ora, labora e convive.
Y como muy bien dices “el arte de convivir es una ciencia precisa de autoconocimiento”.
Sin autoconocerse, no existe ni real comunicación ni real convivencia.

Si tienes alguna pregunta, pregunta.

Q como proyecto fue creado por mi y María Jesús.
María Jesús lleva 3 años pasiva (sin apenas responsabilidades, un 2%),
desde el 25 de julio 2016 ya no participa más del proyecto (deja todo compromiso).
Ahora somos simples vecinas. O sea, llevo 3 años llevando sola el centro y proyecto de vida, con la ayuda puntual de voluntarios. Mucho trabajo, entrega y fe en que pronto aparecerán las personas afines para llevar adelante Q.
Sólo puedo ofrecer lo aprendido sobre la vida y el vivir consciente.

Una comunidad no es posible sin auténtico (profundo) compromiso de las personas implicadas. Ello implica mucha autoconciencia y responsabilidad. Si te apetece lee la carta que escribí en otoño:
10 años buscando personas afines, una reflexión. http://www.qcentro.org/10anyos.html

Saludo al alma.  Neus Buira

Buenas tardes Neus:

Gracias por tu carta de reflexión, que me parece el testimonio de mucha belleza y verdad vivida, me tomo la licencia de expresar por encima mi propia experiencia, pues coincido en muchos de los puntos que señalas, y algo me impele a hacerlo, como una simpatía, un reconocimiento, pues he vivido muchas de las realidades que apuntas. He ayudado a construir tres proyectos comunitarios en distintas sierras de España. Alpujarra, Gredos y Sierra de Gata.

He construido  casas con mis manos, baños secos, desbrozado caminos, bañado en ríos helados como única fuente de higiene y he montado huertas de una a dos hectáreas. He trabajado la tierra, he escrito poemas con la azada y en cientos de artículos, algún libro, y he recogido la aceituna, rezado en lo alto de la montaña o en lo discreto de un pequeño valle. He aullado a la luna ante el abismo de la soledad y el silencio y el reflejo inexorable de mi pobreza de espíritu, a la par que he aullado de alegría en el reencuentro de los opuestos que me atormentaban. He crecido con cada herida que produce lo humano no realizado en su mejor versión y he atravesado las sombras de la comunicación cuando falta la buena voluntad.

Uno duró 11 años y fuimos entre 20 y 10 personas conviviendo,   el siguiente apenas  tres años, con unas 15 personas comprometidas y el último duró 15 años, que fue la comunidad más madura, pues giraba alrededor de ese ora et labora y un convive propio de ermitaños, con una guía espiritual bien definida que permitía colocar los descalabros del ego, la redención de sus sombras. Pero este que era el proyecto más maduro nunca pasó de tres personas y también murió, como muere todo en esta vida.

Llevo toda la vida conviviendo y llevo mil heridas de este combate por asentarme en lo real y hay algo en mí que sigue queriendo intentarlo. De todas, me he ido enriquecida por dentro, aunque llevo en el cuerpo las huellas de muchas batallas con la piedras, las zarzas, en forma de  protusiones, tendinitis, desgaste de todas mis articulaciones,  de adaptar un cuerpo urbano a una cultura de labranza y de faena continua.

Por eso quiero volver a intentarlo, pues aunque el arca de Noé se construye en el corazón, y sé que el mundo está en el alma y se lleva a cualquier proyecto donde todo se enreda por un dejar mal lavada la pica de fregar los platos o el uso indebido del agua, hay una tendencia en mi carácter a lo colectivo, y si se abre de nuevo una oportunidad de tiempo y lugar (tengo 7 hectáreas compartidas con mis antiguos socios, tres edificios bioclimáticos, un arroyo y varios manantiales, praderas y demás elementos para intentar un nuevo intento de regresar a Ítaca) Pero no sé si es tiempo para lo colectivo, para el cenobio y la ermita, o es tiempo para la ausencia de más proyecto que hacer de cada hálito una escalera de Jacob, allá donde la voluntad de Dios ha tenido a bien depositarme.

Después de este parlamento, mi propuesta es simplemente hacerte una entrevista sobre tu proyecto para darlo a conocer y aprender de vuestras claves para ir elaborando una nueva “regla”, una vara de medir la convivencia, donde el amor y el rigor vayan de la mano y permitan a un colectivos de amigos que me lo llevan pidiendo años girar alrededor de lo real cotidiano y encontrar a Dios en los pucheros, entre las inclemencias y las bondades del compartir lo que somos para ayudarnos al objetivo de conocer quiénes somos.

La idea  es publicarlo en uno de mis dos blogs  con tu carta reflexión. Te mando en archivo adjunto una primera batería de preguntas de la que quizá salgan otras pocas después.

Un abrazo amable a lo que somos.

Aquí os dejo las palabras y silencios de Neus Buira, que cartografían una posibilidad extraña para estos tiempos de velocidad y ausencia de pensamiento, profundo, como el conocimiento que da la presencia del Ser cuando se la indaga, se busca y se encuentra en una apuesta valiente por retornar a las raíces de lo Real. Os recomiendo bucear en la web, en sus escritos nacidos de años de reflexión e indagación sobre lo humano que somos.

Q

¿Qué significa el nombre de Q y cuál es la esencia del proyecto?

Q vino de ‘quelcom’, ‘algo’ en catalán.
(ver manifiesto en: www.qcentro.org/Etica/quelcom/autores/quelcom-manifest/Qmanif.esp.html)
La esencia del proyecto es vivir y morir en paz,
plenamente realizados como humanos, y por ello, en armonía con la Tierra.

Después de leer tu escrito “10 años buscando personas afines, una reflexión” y aunque apuntas ya algunas respuestas a esta pregunta ¿Por qué crees que no llegan a Q personas para unirse al proyecto?

Tal vez porque no es el momento,
tal vez porque hay muy poca gente preparada para la vida mística de campo,
tal vez porque es duro andar sin comprensión.
Tal vez todo un poco, sólo Dios lo sabe.

Lo pregunto mientras recuerdo conversaciones con amigos monjes en los que me indican que el eremitismo es una vocación especial, fruto de la madurez de los años y de la larga prueba de la vida cenobítica en el monasterio con los otros monjes, que son muy pocos los que lo quieren y pocos los que obtienen el permiso de sus superiores para morir al mundo…. y navegar en la soledad y el silencio hacia lo Real, pues hay que estar muy equilibrado física y mentalmente.

¿A qué te refieres cuando hablas de dar ese salto hacia Q, que “nos desocupe el orden”?

“Desocupar el orden” es una frase de Santiago López Petit,
un gran profesor que tuve en la universidad de Barcelona.
Es dejar lo innecesario, aunque establecido socialmente como necesario;
es abrir la ventana y respirar, … encontrar tu forma en este mundo.
“Ordena tu cabeza libre” (Manfred Grühler),
liberar todo lo caduco, dar espacio, ser … .

El salto hacia Q es el salto del viejo al nuevo mundo,
una revolución que empieza en casa, en los hábitos y costumbres;
y en el cuerpo, en la naturaleza.
La vida simple de Q nada tiene que ver con la vida urbana actual.
Realmente es un cambio, un giro hacia la sencillez e inmediatez,
para ‹‹vivir consciente››.
Eso aunque suena muy bonito,
supone un gran esfuerzo y tensión para quien viene con
dependencia al teléfono, el ordenador, internet, al reloj, etc.

Q es un ejemplo de decrecimiento, de respeto al bioentorno,
se intenta vivir con el mínimo impacto ambiental.
Una forma posible de vivir, ni mejor ni peor, otra.

En este individualismo feroz en el que se educa en estos tiempos de posmodernidad crees que es posible “inventarse” fuera de los marcos tradicionales una experiencia que conjuga los valores del cenobio, del compartir y aunar fuerzas y el de la soledad contemplativa. ¿Quizá la falta de figuras de autoridad espiritual como el abad, son parte de la dificultad?

Todo es una creación.
La creatividad una cualidad innata a todo ser.
“El camino es abierto”.
Lo que llamamos Tradición, desde siempre,
se manifiesta de diversas maneras en diversos tiempos y espacios.
Vivir es crearse.
La autoridad está en cada uno.
Aprendemos unos de otros, así nos superamos día a día.
Esa es la fuerza de una comunidad mística, crecer en conciencia.
Las “autoridades espirituales” son imprescindibles pero no siempre necesarias.
En lo absoluto no hay límites.
En Q se busca no recrear o reproducir la jerarquia, sino abrirla al cosmos
para que Dios la ordene de nuevo como quiera.
Ahí, según mi opinión,
todas las religiones tienen un gran trabajo todavía que hacer.

Es un bien para todos volver a la esencia.

Me comentabas que “sin autoconocerse, no existe ni real comunicación ni real convivencia”. ¿Hay una espiritualidad definida en Q, un método de concentración en lo real, una Verdad que se medita, un cuerpo de virtudes característico que dé como fruto ese autoconocimiento? ¿Pertenecéis a alguna tradición?

Hay unos valores que marcan el rumbo.
Y unas situaciones que rigen la supervivencia del día a día,
No existe “el” método, ni “una” Verdad a la que meditar.
“No pertenezco a nadie, ni nadie me pertenece.” (Cuervo Bushunda)
Todas las tradiciones son bien venidas en Q,
más allá de las formas y los nombres, en el silencio somos uno.
Shivaísmo de Cachemira y Dzogchen están presentes,
también el Tao, el Zen, el Sufismo, la Biblia, …

¿Tenéis una regla interna para regular la convivencia?

No hablamos así, no hay reglas, sino principios.
Los valores éticos nos orientan.
El ser transparente, sincero,
el decir las cosas al momento, decir sin miedo ni pre-jucios.
El hablar correcto, si quieres decir blanco, no digas rosa.
El respetar el silencio y la concentración,
no irrumpir el estudio, la contemplación o la meditación.
No sé, hay varias cosas así, que salen del sentido común.

¡Sí que tenemos una ‹‹regla doméstica›› muy importante!
“Recoge lo que expandas”
“Limpia lo que ensucies”.
Eso ayuda a que lo material se lleve entre todos y no recaiga en nadie.

Hablamos de ‘Principios de la Casa’:
1. Respetar el orden del espacio.
2. Respetar el silencio.
3. Respetar la materia.
4. Respetar el tiempo solar.
Son nuestras condiciones de vida.

¿Cómo trabajáis la convivencialidad, en sus fases conflictivas?

A veces con conversaciones (cómo se siente cada cual: físicamente, emocionalmente e internamente)
a veces dejándonos espacio y tiempo para reflexionar,
a veces reconociendo lo estúpido de la situación y
lo alejado que está una de la realización!
El conflicto es la piedra en el camino, con la que tropiezas al distraerte!
Las crisis, en el fondo, son bendiciones.
Reconocer eso ayuda mucho.

¿Cómo se articula vuestro ora et labora e convive en el día a día y a que tres dimensiones remite?

Ora remite a la esfera Espiritual.
Labora a la esfera Económica.
Convive a la esfera Ética.

Su articulación es orgánica, poco a poco, sin darte cuenta,
entre sacar hierbas del huerto o leer a un místico medieval,
ya no sientes diferencia.
La vida simple en el campo facilita mucho dicha integración.
Es un proceso, en Q llevamos 7 años, ¡un continuo aprender!

¿Hablas de integrar los cinco elementos?

Sí: tierra, agua, fuego, aire y éther.
Eso es lo que somos material y espiritualmente,
de lo más burdo a lo más sutil.
El éther es el espíritu, el prana, el chi, …
la primera manifestación de lo divino.
Está en todo, en cada mota de polvo, …
Ser íntegro, es haber integrado esas 5 dimensiones-estados.

Coincidir en tendencias de austeridad, “que no son renuncia sino innecesidad” parece un gran reto retos para personas educadas en la era de la confortabilidad, de las mediaciones tecnológicas. ¿Por qué es tan importante esa sencillez de vida asumida como principio vertebrador?

Porque la vida y el alma es simple.

¿Se puede educar esas tendencias a quién le puede resultar demasiado radical, o el disconfort será un eterno obstáculo para el asentamiento y ese será el filtro que indique la imposibilidad de su integración en el proyecto?

Quien no tiene hambre, no buscará alimento.
Ser “radical” es siempre relativo.
¿Desde dónde juzga uno algo como radical?
No existe un “eterno obstáculo”, el mayor obstáculo es uno mismo,
nada tiene que ver con el confort o disconfort.
La austeridad va junto con la voluntad de vivir simple.
Sin vocación asceta o mística, es difícil integrarse en Q.

¿Qué le pedís a las personas que solicitan conocer Q con la idea de incorporarse y cuál es el perfil humano que buscáis?

Primero conocernos, reconocer las necesidades de cada cual y de Q,
ver si hay compatibilidad y afinidad en la forma de vivir, en el día a día,
en la convivencia, y sólo luego se ve claro si la idea de incorporarse
tiene sentido o no. Muy poca gente tiene claro lo que necesita de verdad.
Es importante venir abiertos, sin espectativas ni pre-suposiciones,
e inicialmente adaptarse a lo que hay para ver…

En la web está descrito. ¿El perfil humano que buscamos?

A grosso modo me sale decir:
‹‹místicos/ascetas/yoguis contemporáneos››
Sí, realmente siento que sólo personas así,
pueden comprender, valorar al 100% y disfrutar la vida en Q.

Gracias por preguntar.

Saludo de corazón a corazón * Neus

Q
Centro de Experimentación
Molinos (Teruel)
Tel. 634320010
www.qcentro.org